lunes, 28 de julio de 2014

EMISIÓN DE LA PROFESIÓN TEMPORAL DE LA RELIGIOSA DE TANZANIA, SOR CLARA INÉS RAYMONDI MBOYA



EMISIÓN DE LA PROFESIÓN TEMPORAL DE LA RELIGIOSA DE TANZANIA, SOR CLARA INÉS RAYMONDI MBOYA, EN NUESTRO MONASTERIO
    El día 17 de julio del presente año ha sido un día de un gran gozo y alegría para nuestro Monasterio de la Ciudad de los Almirantes, ya que ese día, a partir de las 18 horas, la novicia de Tanzania, Sor Clara Inés, emitió su Profesión temporal en nuestra iglesia conventual. Presidió la Eucaristía el Hermano Ángel Mª Fernández de Pinedo, Asistente Provincial de la Orden de la Hermanas Pobres de Santa Clara y concelebraron con él: el religioso Fray Bernardino Román, nuestro Confesor; el párroco actual de nuestra Parroquia, D. Juan Carlos Fraile San Miguel; el párroco de Villalba de los Alcores, D. Francisco Javier Castañón Castañón y seis religiosos sacerdotes más, que son muy conocidos en nuestro Monasterio., además del Seminarista mayor que está con nuestro Párroco. La iglesia ofrecía un aspecto verdaderamente maravilloso; un buen número de feligreses nos acompañó durante la ceremonia; el coro de la Comunidad nos deleitó con sus canciones preparadas con esmero y, en la parte derecha del presbiterio, se encontraban: la Madre Abadesa, la Madre Vicaria y la novicia, acompañada por su madrina Dª Carmen Fernández Abril. Para poder seguir la ceremonia con tranquilidad se habían preparado un librito que se repartió entre los sacerdotes concelebrantes y los feligreses asistentes a la ceremonia.
    El Padre Asistente Provincial de las Hermanas Pobres de Santa Clara, pronunció una hermosa homilía, a su conclusión, formuló el interrogatorio a la novicia y esta le respondió con presteza y luego, en un sillón colocado delante del Altar mayor, se sentó la Madre abadesa y, delante de ella y de rodillas, se situó la nueva profesa, con sus manos colocadas entre las de la Madre Abadesa, que estaba acompañada por la Madre Vicaria y la Madrina y, estando en esa posición y con voz muy clara y potente, leyó la fórmula de la Profesión, que ella había escrito con su propia letra y, posteriormente, la firmó y dejó sobre el altar. Finalizado este hermoso acto, el celebrante, pronunció la bendición solemne o consagración de la nueva profesas y, después, tuvo lugar la entrega de las insignias de la profesión a la nueva profesa  y continuó la celebración de la Santa Misa.
    El momento que se vivió con más intensidad, por parte de los asistentes a esta hermosa ceremonia, fue: el del interrogatorio, la emisión de la profesión temporal por parte de la novicia, la proclamación de la Bendición Solemne y la imposición de las insignias a la nueva profesa. En los rostros de todos los que presenciaban emocionado esta ceremonia se veían las lágrimas de la emoción y que estaba inundando a rebosar sus corazones y, un profundo silencio religioso, lo impregnaba todo. El ejemplo que estaba dando  esta joven tanzana con la emisión de su Profesión en  plena juventud a todos les había impactado. En el momento de la paz, todos los concelebrantes, pasaron a dar la paz a la neoprofesa, a la Madre Abadesa , a la Vicaria y a la Madrina y todas ellas recibieron la Comunión bajo las dos especies.
    Al finalizar la Eucaristía, la neoprofesa, la Madre Abadesa, la Madre Vicaria y la Madrina, se colocaron en la parte central de la iglesia y delante del  presbiterio, para recibir la felicitación, el saludo   y el abrazo de la paz, por parte de todos los asistentes a este hermoso acto mientras, como recordatorio, se les entregaba un recordatorio.
    Terminado esta felicitación y saludo, todos los que habían asistido a la  solemne Eucaristía, se trasladaron al patio exterior del Monasterio para participar en una ágape fraterno preparado con amor y cariño por las Hermanas clarisas en mesas al caso; y, mientras lo degustaban, los comentarios eran unánimes sobre la belleza del acto que acababan de presenciar y la emoción que habían experimentado durante el mismo; y todas se comprometieron a rezar por la nueva profesa para que el Señor siempre la bendiga y la proteja y le conceda el don de la perseverancia en el camino emprendido para Gloria de Dios, ejemplo de cuantos la contemplen y su propia santificación. Yo, como cronista, me uno, también, a todos estos santos deseos y peticiones que se escuchaban por doquier y pido, al mismo tiempo, que el Señor conceda a este Monasterio de Hermanas Clarisas nuevas y santos vocaciones para que ellas puedan continuar con la hermosa obra que están llevando a cabo en la Ciudad de los Almirantes.
    Para que puedan formase una cabal idea del acto religioso que acabo de describir en esta crónica, adjunto unas fotografías del acto que espero faciliten esta tarea.

                                                    Fray Bernardino Román, Cronista

FOTOS DE LA PROFESIÓN TEMPORAL