Adjunto varias fotos con miembros de
esta Asamblea y de la Eucaristía celebrada
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La Coral de Medina de Rioseco interpretó la
partes de la misa y diversas canciones a lo largo de la misma y lo realizó con
mucha delicadeza y maestría, mereciendo la complacencia y los parabienes por
parte de todos los que asistieron. Y una gran multitud de fieles, presididos
por el Excelentísimo Señor Alcalde y componentes del Ayuntamiento y por
representantes de la Junta de Castilla Y León, abarrotaron por completo toda la
iglesia Conventual ocupando todos los asientos disponibles sin dejar ni un solo
hueco libre, de forma que ha sido el
día, de todos los que recuerdo, en que la iglesia Conventual ha estado más
ocupada y eso que, previendo la multitudinaria asistencia, además de emplear
todas las sillas disponibles del monasterio, también se habían traído de otros
lugares sillas vacías.
El Evangelio fue proclamado por Fray
Laurentino Gil y, a su conclusión, el excelentísimo Cardenal pronuncio una
bellísima y muy emotiva homilía que a todos entusiasmó y emocionó y la concluyó
pidiendo a Nuestra Señora de Cabo y a Nuestra Señora de Castilviejo, patronas
de Villafrechós y la Ciudad de los Almirantes, el que siempre tutelaran y
protegieran a la religiosa que estaba celebrando sus Bofas de Plata, Sor Piedad
Dolores y le ayudaran constantemente,
para que siempre pudiera vivir y se comportarse como digna y responsable
hija de nuestra Madre Santa Clara. Una vez finalizada su homilía, se inició el
momento más emotivo de la ceremonia, ya el Cardenal llamó a Sor Piedad para que se acercara al altar y
renovara sus votos religiosos, la roció con agua bendita y le entregó una vela encendida en el Cirio
Pascual y luego esta, con voz solemne y tranquila y en manos de la Madre
Abadesa, renovó sus votos religiosos. Fue un momento seguido con mucha emoción e
intensidad y en que las lagrimas afloraron por doquier en los rostros de los
asistentes. Luego se proclamó el Credo, se recitaron las preces de los fieles,
se efectuaron las ofrendas y se continuó la Eucaristía en la que, a Sor Piedad
y a la Madre Abadesa, se le repartió la Eucaristía bajo las dos especies. En
ese momento varios sacerdotes concelebrantes llevaron la Comunión al resto de
los miembros de la Comunidad en el coro bajo y la repartieron a los numerosos fieles que se acercaron a recibirla
y que fueron muchísimos
Una vez que se finalizó el reparto
de la Sagrado Comunión, Sor Piedad, desde el lugar de las lecturas, pronunció
unas emotivas palabras: de agradecimientos al Señor, por el don de su vocación
y su perseverancia; a su Padre y a sus familiares, por el amor y cariño que
siempre le habían manifestado; al resto de los miembros de su Comunidad por el afecto, delicadeza y amor con que siempre
la habían tratado en su vivencia comunitaria;, al Eminentísimo Cardenal, por
haberse dignado presidir esta ceremonia de sus Bodas de Plata; a todos los
sacerdotes y religiosos que habían concelebrado en la misma; a todos los
fieles y conocidos que habían
asistido a la misma; y, también, a todos los que les hubieran gustado asistir
pero, por diversas causas, no habían podido hacerlo. Fueron una palabras que se
escucharon en una ambiente de un profundo silencio religioso y mucha emoción y
que fueron coreadas por un estruendoso aplauso.
Después de la alocución quien
celebraba sus bodas de Plata, continuó la Eucaristía y, a su conclusión, el
Cardenal, acompañado por sor Piedad, la Madre Abadesa y por
todos los familiares de quien celebraba sus Bodas de Plata se sometieron para que les efectuaran una serie de fotografías;
y, una vez finalizada esta sesión fotográfica, nuevamente procesionalmente, el
Cardenal y los concelebrantes precedidos por la cruz, los ciriales, quien
celebrara las Bodas de Plata, la Madre Abadesa y sus padrinos regresaron al Coro Bajo.
Esta es la sucinta reseña del
hermoso y emotivo acto que acabamos de presenciar el día 31 de Agosto, a partir
de las 19 horas, en el Monasterios de la Hermanas Clarisas de Medina de Rioseco
y, las fotografías que adjunto, son un
tenue reflejo de cuanto os he manifestado en esta crónica.
A las 18
horas, con la iglesia bastante llena de fieles y simpatizantes de nuestro
Monasterio, se inició la Solemne Eucaristía que fue presidida por el religioso
Franciscano Conventual, Fray Bernardino Román Martín, nuestro Confesor y
concelebrada por el párroco de la ciudad, D. Juan Carlos Fraile San Miguel y
que contó con la presencia del Seminarista mayor que presta sus servicios en
nuestra parroquia y va a ser ordenado de diacono al finalizar el próximo mes de septiembre,
Para celebrar esta Eucaristía, los concelebrantes, precedidos por la cruz, los
ciriales, la postulante, su madrina y las madres Abadesa y Vicaria salieron desde
el coro bajo de la Comunidad, donde se habían revestido y se dirigieron al
Altar, mientras el coro de la Comunidad interpretaba una canción.
Durante la
homilía que pronunció el celebrante principal, este, después de darle la más
sincera y sentida enhorabuena por el
hermoso paso que iba a dar a la Joven Inés, puso de manifiesto, con voz potente
u clara, que para que esta pudiera llevar a feliz término el paso que ahora estaba dando, debía poner
en práctica estos tres comportamientos: 1º.- siempre buscar, por encima de
todo, los bienes de arriba para así demostrar que había resucitado con Cristo;
2º,.eastar siempre escondida con Cristo en Dios y no dejarse arrastrar por los
cantos de sirena de nuestra sociedad y nuestro mundo; y 3º.- tener siempre muy
en cuenta que solo son perfectamente dichosos los que escuchan con prontitud la
Palabra de Dios y se esfuerzan por hacerla realidad en su vida Y para que lo pudiera lograr nuestro joven
Tanzana, pidió que todos los asistentes
siempre la tuvieran muy presente en sus oraciones para que el Señor,
Dador de todo bien, le concediera la gracia de la perseverancia. Por último, también le indicó, muy breve y esquemáticamente, el significado de los distintos elementos que
le iban a entregar al final de la Eucaristía a la nueva novicia y que eran: el
hábito, la Regla y las Constituciones, la Liturgia de las Horas y el Crucifijo
y le animó a que siempre lo vistiera santamente, las observara con fidelidad y entrega, las
recitara con devoción y recogimiento y,
sobre todo, siempre tuviera sus ojos fijamente clavados en ese libro abierto
que es el Crucifijo, para poder amarle con fidelidad y seguirle con ilusión y alegría. Fue una bella y muy
emotiva homilía que impactó a todos los que la escucharon
Finalizada
la Homilía continuó la Eucaristía en la que se administró la Eucaristía bajo
las dos especies a la novicia, a su madrina y a la madre Abadesa y a la Vicaria
y. al final de la misma. La joven Inés,
una vez despajada de sus vestiduras del mundo, se le impuso el santo hábito, se
le entregaron la Regla las
Constituciones y la Liturgia de los Horas y se la dio el santo Crucifijo por
parte de la Madre Abadesa en un ambiente de silencio y emoción contenida que
inundaba a rebosar el corazón de todos los que presenciaban este momento y lo
ponían de manifiesto en las lágrimas que
asomaban a sus ojos.
¡Qué el
Señor escuche estas plegarias para que nuestra joven Inés que, a partir de este
momento, se llamará sor Beatriz, llegue a ser una buena y santa religiosa
clarisa es lo que desea, desde lo más profundo de su corazón, este sencillo
comentarista!
El día 17 de julio del presente año ha sido un día de un gran gozo y
alegría para nuestro Monasterio de la Ciudad de los Almirantes, ya que ese día,
a partir de las 18 horas, la novicia de Tanzania, Sor Clara Inés, emitió su
Profesión temporal en nuestra iglesia conventual. Presidió la Eucaristía el
Hermano Ángel Mª Fernández de Pinedo, Asistente Provincial de la Orden de la
Hermanas Pobres de Santa Clara y concelebraron con él: el religioso Fray
Bernardino Román, nuestro Confesor; el párroco actual de nuestra Parroquia, D.
Juan Carlos Fraile San Miguel; el párroco de Villalba de los Alcores, D.
Francisco Javier Castañón Castañón y seis religiosos sacerdotes más, que son
muy conocidos en nuestro Monasterio., además del Seminarista mayor que está con
nuestro Párroco. La iglesia ofrecía un aspecto verdaderamente maravilloso; un
buen número de feligreses nos acompañó durante la ceremonia; el coro de la
Comunidad nos deleitó con sus canciones preparadas con esmero y, en la parte
derecha del presbiterio, se encontraban: la Madre Abadesa, la Madre Vicaria y
la novicia, acompañada por su madrina Dª Carmen Fernández Abril. Para poder
seguir la ceremonia con tranquilidad se habían preparado un librito que se
repartió entre los sacerdotes concelebrantes y los feligreses asistentes a la
ceremonia.
El Padre Asistente Provincial de las Hermanas Pobres de Santa Clara,
pronunció una hermosa homilía, a su conclusión, formuló el interrogatorio a la
novicia y esta le respondió con presteza y luego, en un sillón colocado delante
del Altar mayor, se sentó la Madre abadesa y, delante de ella y de rodillas, se
situó la nueva profesa, con sus manos colocadas entre las de la Madre Abadesa,
que estaba acompañada por la Madre Vicaria y la Madrina y, estando en esa
posición y con voz muy clara y potente, leyó la fórmula de la Profesión, que
ella había escrito con su propia letra y, posteriormente, la firmó y dejó sobre
el altar. Finalizado este hermoso acto, el celebrante, pronunció la bendición
solemne o consagración de la nueva profesas y, después, tuvo lugar la entrega
de las insignias de la profesión a la nueva profesa y continuó la celebración de la Santa Misa.
El momento que se vivió con más intensidad, por parte de los asistentes
a esta hermosa ceremonia, fue: el del interrogatorio, la emisión de la
profesión temporal por parte de la novicia, la proclamación de la Bendición
Solemne y la imposición de las insignias a la nueva profesa. En los rostros de
todos los que presenciaban emocionado esta ceremonia se veían las lágrimas de
la emoción y que estaba inundando a rebosar sus corazones y, un profundo
silencio religioso, lo impregnaba todo. El ejemplo que estaba dando esta joven tanzana con la emisión de su
Profesión en plena juventud a todos les
había impactado. En el momento de la paz, todos los concelebrantes, pasaron a
dar la paz a la neoprofesa, a la Madre Abadesa , a la Vicaria y a la Madrina y
todas ellas recibieron la Comunión bajo las dos especies.
Al finalizar la Eucaristía, la neoprofesa, la Madre Abadesa, la Madre
Vicaria y la Madrina, se colocaron en la parte central de la iglesia y delante
del presbiterio, para recibir la
felicitación, el saludo y el abrazo de
la paz, por parte de todos los asistentes a este hermoso acto mientras, como
recordatorio, se les entregaba un recordatorio.
Terminado esta felicitación y saludo, todos los que habían asistido a
la solemne Eucaristía, se trasladaron al
patio exterior del Monasterio para participar en una ágape fraterno preparado
con amor y cariño por las Hermanas clarisas en mesas al caso; y, mientras lo
degustaban, los comentarios eran unánimes sobre la belleza del acto que
acababan de presenciar y la emoción que habían experimentado durante el mismo;
y todas se comprometieron a rezar por la nueva profesa para que el Señor
siempre la bendiga y la proteja y le conceda el don de la perseverancia en el
camino emprendido para Gloria de Dios, ejemplo de cuantos la contemplen y su
propia santificación. Yo, como cronista, me uno, también, a todos estos santos
deseos y peticiones que se escuchaban por doquier y pido, al mismo tiempo, que
el Señor conceda a este Monasterio de Hermanas Clarisas nuevas y santos
vocaciones para que ellas puedan continuar con la hermosa obra que están
llevando a cabo en la Ciudad de los Almirantes.
Para que puedan formase una cabal idea del acto religioso que acabo de
describir en esta crónica, adjunto unas fotografías del acto que espero
faciliten esta tarea.
Para prepararnos lo más dignamente
posible, tanto los miembros de la Comunidad de este Monasterio como los fieles devotos del ínclito santo
milagrero de nuestro noble pueblo, hemos celebrado un solemnísimo Triduo
predicado por el párroco de Zaratán (Valladolid), D. Guillermo Camino, en
nuestra iglesia Conventual a las 7 de la tarde. A este Triduo, preparado con
esmero y en el que intervino nuestro coro conventual, asistieron todos los
miembros de la Comunidad y un montón de files devotos del Santo de nuestro
egregio pueblo que escucharon con gran
atención las hermosas enseñanzas que el predicador desgranó magistralmente
durante el mismo sobre la vida y virtudes de nuestro excelso Patrono san
Antonio de Padua..jpg)
La imagen de nuestra Madre Santa Clara, que es una talla del
gran imaginero castellano Gregorio Fernández y que preside nuestro retablo del
altar mayor de nuestra iglesia conventual, ha sido seleccionada para ser
colocada en la gran exposición de las Edades del Hombre que ser inaugurada
próximamente en la ciudad de Aranda de Duero y será colocada en la sección
dedicada a la Eucaristía.
Es un gran honor para nosotras el que la talla de nuestra Madre que preside el
retablo de nuestra iglesia conventual, haya sido seleccionada para ser
colocada en la exposición de las Edades del Hombre que próximamente va a
ser inaugurada en la ciudad Aranda de Duero y, además, también
creemos que ha sido un gran acierto el que la figura de nuestra Madre haya sido
colocada en la sección dedicada a la Eucaristía en esa Exposición, por el gran
amor y veneración que ella siempre sintió hacia el santísimo Sacramento a
lo largo de toda su vida y del que nos ha legado tan maravillosos ejemplos y
testimonios y por ser ella la primera y más decidida difusora y
propagadora de la devoción a Jesús Sacramentado, de ahí que siempre
aparezca en sus imágenes portando una custodia, como claro testimonio del amor
que ella siempre sintió por el Santísimo Sacramento.
Nos tocará sufrir su ausencia durante todo el tiempo que dure la Exposición
y, además, nos costará el contemplar el hueco vacío que ella deja
en la parte central de nuestro retablo del altar mayor, pero esa pena y
sufrimiento serán ampliamente superados por la alegría y la certeza de que la
figura de nuestra Madre va a ser una de las tallas más visitadas en la sección
dedicada a la Eucaristía en esa Exposición. Nuestro deseo más ardiente en estos
momentos es que: la contemplación de su imagen, sirva para
acrecentar más y más el amor a la Eucaristía; y el conocimiento del lugar de
donde procede, sirva para que nuevas vocaciones vengan a nuestro Monasterio
para continuar la obra que ella iniciara.
Fue un acto muy hermoso y una
prueba más del cariño y afecto que los habitantes de la noble Ciudad de los
Almirantes sienten por las hermanas de nuestro Monasterio, por eu ejemplar
comportamiento, por su entrega generosa en pro de nuestro pueblo, por la
sencillez y dulzura que siempre rezuma su vida y la vivencia comprometida de
una pobreza franciscana que continuamente ellas ponen de manifiesto con su vida
y forma de proceder
Sus hijas, las clarisas, siempre hemos
querido seguir con la máxima fidelidad posible el maravilloso ejemplo y
comportamiento que nos diera nuestra madre santa Clara ante el misterio
de la Encarnación del Hijo de Dios y la más solemne y religiosa
celebración de la Navidad y sus fiestas; y, por eso, en nuestras iglesias
conventuales y Monasterios, en tiempo navideño, siempre brillan con luz propia,
los muchos esbeltos y simpáticos Belenes que las adornan y con los que
queremos honrar y adorar al Niño Dios y animar a todos los que los contemplen a
amarle con locura y servirle con alegría.
Lo que más deseamos en estos momentos
es que su contemplación, tanto a nosotras, las hijas de santa Clara, como a
todos los que los han disfrutado con su visión, nos ayuden a amar cada día más
y más al Niños Dios para que así siempre hagamos presente su sonrisa en
nuestro mundo con el ejempla y testimonio de nuestra vida y podamos
lograr que la Navidad, nos solo sea unos días, sino todos y cada uno de
los días del Nuevo Año.
Poderoso y breve Mensaje
clarisasrioseco11@
gmail.com