El día 11 de Agosto
celebramos en la restaurada y recien pintada iglesia conventual de nuestro
Monasterio, que ha permanecido cerrada al público durante un tiempo por
obras, la solemnidad de nuestra Madre santa Clara con una Eucaristía que
se ofició a las 19 horas. La celebración de esta Solemne Eucaristía fue
precedida por una novena,que fue oficiada con delicadeza y esmero por
nuestro Párroco y en la que la Comunidad religiosa puso las notas musicales con
la interpretación de Canciones franciscanas.
El día 11, presidió
la Solemnísima Eucaristía, el Superior de los Jesuitas de Villagarcía y
concelebraron con el: D. Juan Carlos Fraile, Párroco de la ciudad y Capellán de
las religiosas; el P. Bernardino Román, franciscano conventual y confesor de la
Comunidad; D. Acacio Turiño, capellán castrense jubilado; D. Jose Ignacio
Bueno, párroco de Villabrágima; y D. José Manuel González, Coadjutor de
la Parroquia de San Lorenzo. La comunidad cantó la MIsa de Angelis y varias
canciones franciscanas, la iglesia se encontraba totalmente llena por
feligreses y devotos de nuestra Madre santa Clara, mientras el altar y la
imagen de nuestra Madre que se encontraba colocada sobre unas andes, estaban
bellamente adornados por vistosos ramos de flores blancas.
Y, en el momento de la homilía, el P. Superior de los Jesuitas que era quien presidía la Eucaristía, pronunció unas bellas y encendidas palabras en las que describió magistralmente a nuestra Madre y nos pidió el que todos nos esforzáramos por imitarla para así demostrarle el amor que le profesamos.
Y, en el momento de la homilía, el P. Superior de los Jesuitas que era quien presidía la Eucaristía, pronunció unas bellas y encendidas palabras en las que describió magistralmente a nuestra Madre y nos pidió el que todos nos esforzáramos por imitarla para así demostrarle el amor que le profesamos.
Una vez finalizada
la Solemne Eucaristía, dió comienzo la procesión con el Santisimo que recorrió
todo el patio exterior del Monasterio, donde se habían colocado unos altares y
a la que asisitieron en medio de un gran silencio religioso, todos los fieles
que habían asistido a la Eucaristía.Durante la procesión constantemente
se fueron interpretando canciones eucarísticas que fueron cantadas por todos
los fieles y el Santísimo fue conducido bajo palio acompañado por todos los
sacerdotes concelebrantes y derlante de él, iba la Imagen de nuestra Madre
portada en andas.
Finalizada la
procesión y de nuevo ya dentro de la iglesia de la comunidad, se impartió
la bendición con el Santísimo y se izo la reserva y, a su conclusión, todos los
asistentes pasaron ante el altar para besar las reliquia de nuestra Madre santa
Clara y recibir un recordatorio alusivo al acto.
Como colofón y punto
final a la Solemnísima Eucaristía y procesión que habíamos celebrado con motivo
de la solemnidad de nuestra Madre santa Clara, todos los asistentes
fueron invitados a pasar por unas mesas que se habían colocado en el patio
exterior del Monasterio para poder disfrutar de un pequeño refresco preparado
por las religiosas clarisas y degustar algunos de las ricas pastas y
mantecadas que ellas habían preparado con amor. A este refresco, asistieron la
mayor parte de los asistentes y a todos les gustó y encantó: la ceremonia
que habían vivido, el ambiente religioso en que se había realizado y el
refresco que habían tomado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario