miércoles, 8 de enero de 2014

CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD EN NUESTRO MONASTERIO CLARISAS DE RÍOSECO


CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD EN NUESTRO MONASTERIO

 Nuestro Seráfico Padre san Francisco, en el pequeño pueblo de Greccio, Italia, levantó el primer Belén del mundo y animó, con su vida y sus escritos,  a todos sus hermanos y hermanas de la gran familia franciscano-clariana de una manera muy directa y, también,  a todos los fieles del mundo, en general, a que siempre celebraran, con la mayor solemnidad, devoción  y religiosidad posible, el nacimiento del Hijo de Dios y las alegres fiestas navideñas. 

Este gran deseo del Seráfico Padre, su “plantita”, santa Clara, siempre lo hizo hermosa realidad a lo largo de su dilatada vida:recitando con gran devoción el Salmo Navideño que compusiera nuestro Seráfico Padre, no una sino varias veces a lo largo del tiempo  Navideño; amando tierna y encendidamente al Niño Dios hasta  haber tenido la dicha de gozar de lacontemplación, en una visión que tuvo lugar en la noche de Navidad, de la real presencia del Niño Dios y disfrutar de sus caricias y sonrisas ; y rezumando en sus escritos, un poco del profundo amor que siempre latió en su corazón ante el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.
    Sus hijas, las clarisas, siempre hemos querido seguir con la máxima fidelidad posible el maravilloso ejemplo y comportamiento que nos diera  nuestra madre santa Clara ante el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y la más solemne  y religiosa celebración de la Navidad y sus fiestas; y, por eso, en nuestras  iglesias conventuales y Monasterios, en tiempo navideño, siempre brillan con luz propia, los muchos  esbeltos y simpáticos Belenes que las adornan y con los que queremos honrar y adorar al Niño Dios y animar a todos los que los contemplen a amarle con locura y servirle con alegría.
    Nuestro Monasterio de Medina de Rioseco, es uno más de los que secundan, al pié de la letra, esta honda y profunda tradición franciscano-clariana, de la colocación de Belenes en su iglesia y en las diversas dependencias de nuestra Casa y todos cuantos los han contemplado, han disfrutado de su visión y han alabado su colocación. Como muestra de lo que acabo de manifestar os ofrezco estas imágenes con alguno de nuestros belenes y con el Niño-Dios que es acunado y mecido por las distintas religiosas de la Comunidad.
    Lo que más deseamos en estos momentos es que su contemplación, tanto a nosotras, las hijas de santa Clara, como a todos los que los han disfrutado con su visión, nos ayuden a amar cada día más y más  al Niños Dios para que así siempre hagamos presente su sonrisa en nuestro mundo con el ejempla y testimonio de  nuestra vida y podamos lograr  que la Navidad, nos solo sea unos días, sino todos y cada uno de los días del Nuevo Año.
                                                                                Fray Bernardino Román, Cronista

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