Con ocasión de
las pasadas Navidades: los Reyes Magos, el Excelentísimo Ayuntamiento, el Pueblo y el Belén Viviente que allí se monta, acudieron a realizar una visita
de reconocimiento y gratitud a las hermanas de nuestro Monasterio. La visita
tuvo lugar en el locutorio del Monasterio en el que se encontraban todas las
religiosas de la Comunidad y el dialogo que se mantuvo entre unos y otros fue
muy distendido, muy sincero, muy fraterno y muy festivo, mientras la emoción y
la alegría franciscana embargaba el corazón de cuantos allí nos encontrábamos y
se reflejaba en sus rostros. Durante el mismo, el gran poeta,
D. José González Torices, en medio de un silencio expectante, leyó esta
carta-soneto, DEL NIÑO DE BELÉN A LOS REYES MAGOS para las hermanas
pobres de Santa Clara:
Pasad por su convento franciscano
la noche de los niños de Medina,
donde nieva el candor sueños de harina
y espiga el villancico en cada mano.
Cabalgad por el aire más temprano
que lleva en su cantar la golondrina;
allí están las hermanas, luz divina,
la sonrisa de un Dios siempre cercano.
Decidles, mis queridos Reyes Magos,
que recen por los niños y sus penas,
la guerra y el dolor sin mariposas.
Dejad en su oración tantos estragos,
pues ellas migarán estas cadenas
hasta hacerlas de paz, de paz y rosas
y, a su conclusión, un estruendoso aplauso fue el
magistral colofón a la lectura del mismo.

Adjunto se ofrece una fotografía del
acto y otra donde la Madre Abadesa y la Vicaria acompañan al Niño Jesús que
presidía su Belén; y mi deseo más sincero es que, actos como el que acabo de
relatar, se repitan cada año en todos los monasterios para gloria del Señor y
hermoso reconocimiento a las religiosas que los habitan.
Fray Bernardino Román, Cronista
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